Muchas veces, estamos en la eterna espera de ver si alguien
nos quiere, nos tiene en cuenta o si se le ocurre descubrir que existimos, que
tenemos sueños, que nos gustaría sonreir…Màs!.
¿Cuàntas veces nos relegamos a decisiones ajenas, los
tiempos y deseos de otros; y, siempre, con ese secreto pensamiento del después-mucho-despuès-va-a-haber-tiempo-para-mì…?.
¿Por què ceder en tantas cosas y casi tooooooooooooooodo el
tiempo…?.
¿Debemos, todo el tiempo… “Quedar” bien ante los demás….?.
Ahora bien…
… Los “demás”, hasta la mascota que quizás haya en casa…
… ¿Se preguntaràn, alguna vez, què sueños tenemos, si los
tenemos; què nos gusta… Què queremos de la vida?.
En varias oportunidades, se presentò la situación de
personas que se preocupaban por situaciones con su entorno y, a veces, con
resultados desastrosos…
… Siempre les decía yo: “Si
usted està con vida, es porque le interesa al Universo, no al vecino”
Cuando nos miramos al espejo, ¿Què vemos?, ¿Conocemos a esa imagen
que se refleja o sòlo es una figurita que se lava los dientes y se peina?.
Miramos nuestro cuerpo… ¿Lo sentimos?. ¿Lo conocemos, o es
un medio sòlo para desplazarnos por la vida?.
No es bueno desplazarnos por la vida, cual marionetas que se
van quedando vacìas de sueños, de proyectos.
Sentir…
Sentirnos…
Descubrirnos…
…”VIVOS”…!.
ADRIANA GROSSI
06/06/16