(He tomado “prestadas” estas imágenes y textos adicionales para
“graficar” sobre el tema).
NOTA: Antes que nada elegí estas imágenes en blanco y negro
por el contraste y para lograr mayor expresión y definición para este escrito.
Tambièn para que se note que no quiere decir que este color oscuro tiene falta
de vida o que es algo poco “positivo”. No importa el color; sino, el mensaje
que sea claro.
Estaba en un lugar esperando a ser atendida en un
supermercado; delante de mì, había un señor joven, algo redondito. Me acerquè y
le dije que era joven y que podía reducir su aspecto voluminoso de forma
simple. Se volvió para mirarme y me dijo que tenía una sintomatología tal y que
la mèdico que le atendìa le dijo que no tenía solución…
…Le dije que, aunque no volviéramos a vernos que iba a estar
bien.
No, no estaba mintiendo ni fue por cortesía…
… Simplemente, “cortè”, “revertì” la “orden” que le había impuesto
esa mèdico.
Cada vez, se nota y de forma alarmante este mal “ejercicio-de-verdugos-con-batas-de-mèdicos”
que están haciendo estragos en la gente.
Cuando me interesè por la medicina, bastantes años hace de
esto, “grabè” en mis propósitos de investigación algo màs que importante:
EL JURAMENTO HIPOCRÀTICO.
“El Juramento Hipocrático, es un juramento público que
pueden pronunciar los que se gradúan en medicina ante los otros médicos y ante
la comunidad. Su contenido es de carácter ético, para orientar la práctica de
su oficio.”
(El
contenido del juramento se ha adaptado a menudo a las circunstancias y
conceptos éticos dominantes de cada sociedad. El Juramento Hipocrático ha sido
actualizado por la Declaración de Ginebra de 1948.)
“Juro por Apolo el
Médico y Esculapio y por Hygeia y Panacea y por todos los dioses y diosas,
poniéndolos de jueces, que este mi juramento será cumplido hasta donde tenga
poder y discernimiento. A aquel quien me enseñó este arte, le estimaré lo mismo
que a mis padres; él participará de mi mandamiento y si lo desea participará de
mis bienes. Consideraré su descendencia como mis hermanos, enseñándoles este
arte sin cobrarles nada, si ellos desean aprenderlo. Instruiré por precepto,
por discurso y en todas las otras formas, a mis hijos, a los hijos del que me
enseñó a mí y a los discípulos unidos por juramento y estipulación, de acuerdo
con la ley médica, y no a otras personas.
Llevaré adelante ese
régimen, el cual de acuerdo con mi poder y discernimiento será en beneficio de
los enfermos y les apartará del perjuicio y el terror. A nadie daré una droga
mortal aún cuando me sea solicitada, ni daré consejo con este fin. De la misma
manera, no daré a ninguna mujer supositorios destructores; mantendré mi vida y
mi arte alejado de la culpa.
No operaré a nadie
por cálculos, dejando el camino a los que trabajan en esa práctica. A
cualesquier casa que entre, iré por el beneficio de los enfermos, absteniéndome
de todo error voluntario y corrupción, y de lascivia con las mujeres u hombres
libres o esclavos.
Guardaré silencio
sobre todo aquello que en mi profesión, o fuera de ella, oiga o vea en la vida
de los hombres que no deba ser público, manteniendo estas cosas de manera que
no se pueda hablar de ellas.
Ahora, si cumplo este
juramento y no lo quebranto, que los frutos de la vida y el arte sean míos, que
sea siempre honrado por todos los hombres y que lo contrario me ocurra si lo
quebranto y soy perjuro”.
Ahora bien, en el hoy, aquí y ahora, desgraciadamente, las
situaciones no condicen con los propósitos. Encontrè este párrafo para “rejuvenecer”
el sentido de este juramento:
“El Juramento Hipocrático (JH) es el documento más famoso de
la ética médica por el que el médico se compromete a dedicarse totalmente a la
vida, en toda circunstancia, con independencia del rango social, la edad o la
inteligencia. Lo propio del médico es
mantener la vida, y nunca causar la muerte o cooperar a ella. Crece el número
de los médicos que no se comprometen a seguir una ética rigurosamente definida.”
Ahora bien. ¿Què està pasando con algunos profesionales de
la salud?.
---Aman lo que hacen o son personas frustradas que se
desquitan con el paciente?.
La mirada triste de este joven demostraba que ya se daba por
vencido, había dado “poder” a las palabras de “verdugo-mèdico-insensible-y-con-pocas-ganas-de-que-se-cure-el-paciente”.
Y què logró esta mèdico?.
Quitarle esperanzas al paciente.
Incentivarle, a ese paciente, a sentirse “condenado” y “abandonado”
y sòlo desear “escapar”.
Si notamos y comprendemos toooooooooooooodo el daño que le
hizo esa mèdico, psicológicamente, a ese
joven.
En vez de enseñarle a que puede fortalecerse, dicho joven, y
ver que sì puede lograr grandes mejoras, se encargò muy bien en “bajarle” su
perfil inmunológico por medio del estrès, la sensación de abandono, y esas
palabras-decretos que le “empujaron” a sentirse irremediablemente “condenado”.
Toda persona debe tener, ante cualquier tipo de “profesional-de-lo-que-sea”,
el suficiente sentido común como para no tomarse como “ley” todo lo que le
diga. Màs si ese profesional, quizá, tuvo un mal dìa y quiere volcar su bronca
ante cualquiera…
… Muchas veces, la ignorancia civil y social, la poco profesionalidad
de algunos individuos, no miden el daño que pueden provocar en otros
individuos.
Es bien sabido que “mata” màs una palabra negativa que mil
proyectiles.
Sì, es cierto que existen personas con situaciones, sintomatologías
algo “comprometidas”; pero, el tema màs importante es còmo se lo identifica y
se ve el modo de mejorar todo.
Por experiencia, sè que se pueden lograr maravillas,
comenzando por verificar el estado anìmico del individuo.
Si alguna sintomatología “apareciò”, fuera de su herencia genética,
en ese individuo, se pueden lograr grandes mejoras…
… Si el individuo en cuestión no se “abandona” y se da “permiso”
para recuperar la salud…
… El “permiso” para la vida o no... La da el “usuario”.
“Si te das por vencido, lo estàs”…
Y yo agrego:
“Si quieres realmente ser fuerte, sano y feliz…
… Lo seràs!.
Todo depende de la actitud que se tome ante la vida.
… No es asì?.
ADRIANA GROSSI
15/12/2017
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