(He tomado “prestadas” estas imágenes para “graficar” sobre
el tema).
Estaba pensando que, las penas, no tienen por què ser
“eternas”; como tampoco los… “Enojos”!.
Si tomàramos consciencia de los daños que provocan, en
nuestro cuerpo, los enojos…
… Lo pensaríamos todo mucho mejor!.
Cuando no logramos un equilibrio emocional… Nos
transformamos en… “volcanes”!.
Vamos, primeramente, a enfocarnos en los perjuicios en
nuestra salud:
Y, lo màs triste y “peligroso” es que, tal vez, un “enojo”,
nos llevò tiempo “elaborarlo”, reconocerlo como tal y… Hasta cargarlo como el
equipaje màs preciado de nuestra existencia.
Existen personas que piensan que, el enojo, hasta les da
poder…
…En cierta manera sì:
Poder arruinarse la salud y hasta la
vida por algo que, quizá, dejó de existir hace tiempo!.
Ahora, vamos a representar algunos ejemplos de lo que,
emocionalmente, pueden estar escondiendo los “enojos”:
Ahora bien, tenemos algún enojo; se supone que “eso” tiene
que salir al “exterior”; pero, cuidado hacia dònde se lanza la “lava”. Siempre
en algo se va a hacer algún daño; y, la persona enojada… Puede terminar màs que
“quemada” para todo el viaje!.
Tambièn, se puede presentar que, la personas està
“guardando” mucho enojo, acumulando fuerza de ignición pero no entra en
erupción.
Mucho màs dañino para su salud y tiene que identificar el “grosor”,
“densidad” y “profundidad” de su enojo y comprender que no va por buen camino.
Mètodos para solucionar esos detalles existen miles, lo importante es si el
“usuario-dueño-del-enojo” està dispuesto a aplicar alguno de ellos.
Otro detalle de tener en cuenta, y que es màs de cuidado:
Los enojos estilo ”fumarolas”.
… Son enojos “inquietos”, que son como pequeñas “fumarolas”,
que “carretean” aquí y allà como avioneta vieja que quiere “perderse” rápido en
el subconsciente. Pero, cuidado!. Si esa o esas avionetas están en el
subconsciente, quiere decir que puede/n volver a aparecer cuando menos se
espera!.
De ahì està el “Arte” de devolver la o las avioneta/s al
“hangar” de los “malos” momentos que “llaman” tanto nuestra atención; o,
definitivamente, destinarla/s al “depòsito-de-chatarra”. Pero ese “depòsito”,
tiene que existir fuera y, si es posible, muy lejos de nuestra existencia.
O sea, por todos lados que miremos algún enojo…
“constructivo”, no es.
Lo màs saludable es ponerle freno a cualquier enojo y ocupar
ese tiempo y energía en situaciones, momentos y decisiones que nos llenen de
satisfacciones.
ADRIANA GROSSI
25/07/17
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