(He tomado “prestadas” estas imágenes para “graficar” sobre
el tema).
Vamos a identificar un poco de la zona del cuerpo sobre la
que vamos, hoy, a tratar:
Esta zona, se la reconoce, también, como la zona del plexo
solar. Tambièn es conocido con chakra o vòrtice energético con origen de la
palabra en sànscrito (India) que se significa cìrculo o disco.
Como toooooooooooooodo en el Universo es energía y toda
energía se “mueve”, pues, tenemos varios de esos círculos… “inquietos” en diferentes
zonas de nuestro cuerpo. Estos círculos energéticos de nuestro cuerpo, suelen
tener influencia sobre las zonas y órganos sobre los que se encuentran, a nivel
energético y su irradiación.
"El plexo
solar o celiaco es una densa
red nerviosa que rodea a la arteria aorta ventral en el punto de donde salen la
arteria mesentérica superior y el tronco celíaco, a nivel de la primera
vértebra lumbar, detrás del estómago".
Vamos a ver la zona de frente:
De un modo màs
sencillo, podemos identificarlo en la siguiente zona del cuerpo.
Ahora, vamos a profundizar en la función “orgánica” del
cuerpo: Esta zona, dispone de un fuerte “ramal” entrecruzado de miles de
terminales nerviosas y capilares sanguíneos.
Pasemos a identificar què pasa cuando “algo” sucede y nos
toma por “sorpresa”: En el cuerpo humano, disponemos de infinitos “receptores”
nerviosos que se encargan de nuestra supervivencia que no le preguntan al
cerebro si da permiso para actuar. Es algo “mecànico” que actùa según las
necesidades de ese cuerpo. Por eso, sobre todo esta zona, ante la “señal”
inminente de algún tipo de “peligro”, se apresta a “cerrar” compuertas para
evitar un daño mayor.
Un ejemplo clásico es que, una persona, estando en
tensión nerviosas no siente ganas de comer ni beber y, si lo hace, todo le
“cae” como si hubiera ingerido una “piedra”. Es el “normal” proceso de
“Protecciòn” del cuerpo que, al no identificar la peligrosidad de lo que
provoca la tensión, no permite que ingresen nuevos “daños” e “invasiones” que
generen màs daños e invasiones al organismo. Por eso, siempre aconsejo que, la
persona en cuestión, no trate de ingerir ningún tipo de calmante nervioso ya
que, hasta que no se “apaguen” las “alarmas” de peligro en el cuerpo, el
organismo va a estar “bloqueado” y no podrá asimilar ningún calmante. Y, lo que
suele suceder, cuando la persona se calma por sì sola, ese calmante nervioso
podrá ingresar al organismo pero… Tal vez, cuando no sea conveniente estar
demasiado… “relajado”.
Hablo, siempre, de la peligrosidad de los “destiempos”,
entre lo que nos pasa y lo que hacemos y sin olvidar que nunca hay que
“olvidar” què està pasando en nuestro entorno, donde siempre, de algún modo,
tenemos que actuar.
Tomemos el ejemplo, màs común, en el que una persona està
“nerviosa” por algo, por alguien… Por lo que sea. Està con mente activa, se
mueve, etc.. Tal vez hable de la situación que le “aqueja”, pero no profundiza
al respecto.
He presenciado muchas situaciones similares y, cuando lo han
permitido, les pregunto…
… ¿ QUÈ “DICE” TU PANZA?.
No, no hablo de cuando se siente hambre y la panza hace
ruido.
Sino, cuando ante alguna situación, la persona se toma el leve trabajo
de “cortar” con su autocompasión, su tal vez miedo, ¿Por què no?; su sorpresa,
su ego o lo que sea, y… Se dedica a identificar en què “estado” se encuentra la
sensación en su panza: Si a pesar de que su razón le indica una situación que,
por lo novedosa e inesperada, pareciera que no tiene solución. SI su panza està
“tranquila”, pues que no dude en que su mismo cuerpo ya “captò” una solución.
Siempre comento a las personas de la importancia de
“escuchar” su cuerpo.
¿Acaso, no sucede a las personas que se enamoran, que
comentan que sienten como “mariposas” en la panza?.
Pues bien, nuestra panza nos dice muchas cosas porque està
totalmente “conectada” y es “intèrprete” y parte y reflejo, activos de nuestras
interminables emociones.
Por eso, cada vez que quiera saber o cuando sucede “algo”…
Pregùntese:
… ¿QUÈ DICE TU PANZA?.
ADRIANA GROSSI
20/07/17
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